10 ideas para el sexo lésbico
1. Las caricias
Está claro que nadie conoce mejor el cuerpo de una mujer que una mujer. A partir de ahí, se crea una excelente oportunidad para hacer de las caricias una buena herramienta en determinadas zonas erógenas. Un concienzudo previo de labios, manos, pechos y vaginas creará la antesala ideal.
2. La penetración
Contrariamente a lo que se piensa, la penetración en una relación sexual lésbica juega un papel fundamental. Las posibilidades son variadísimas, ya sea de manera anal o vaginal y a través de dedos, lengua o cualquier tipo de juguete erótico. ¿Un consejo? Asesorarse con libros de posturas.
3. El cunnilingus
Se trata de una práctica de alto voltaje entre universitarias. Y su sencillez es un valor añadido: la lengua, la respiración y la saliva son los tres elementos que interactúan con la vagina.
4. El annilingus
Es la versión anal del punto anterior. La lengua circulando por esta zona de terminaciones nerviosas te hará estremecer del gusto.
5. La tijera, un clásico siempre efectivo entre chicas
Estamos ante una de las posturas más frecuentes, y es que combina efectividad con sencillez. Para llevarla a cabo, ambas chicas tumbadas, ponen en contacto sus vaginas y enlazan sus piernas como motor de movimiento. El rozamiento continuado de los clítoris dará paso al orgasmo.
6. El sexo facial
En este caso, el nombre lo dice todo. Una de las implicadas coloca su clítoris sobre la cara de la otra, y esta última se encargará de estimularlo mediante el ritmo adecuado. Sin duda, un juego de placer que no descuida la diversión.
7. La sumisión
Este también suele ser un punto álgido de estimulación entre escorts universitarias. Aquí el ramillete de conductas es muy nutrido, pero lo ideal es llegar a la sensación de dominio. La postura de El galope es un ejemplo de ello: una adopta la posición de perrito y la otra galopa sobre ella al mismo tiempo que le frota su vagina. Pinzas para pechos, bombas succionadoras, estimuladores clitorales, vibradores, etcétera.
8. La ropa
El cuidado de la ropa en situaciones de alta temperatura contribuye a enriquecer el acto en sí mismo. No en vano, existen diseños y colores creados específicamente para aumentar el calor.
9. El uso de juguetes eróticos
El mercado ofrece un menú muy completo, siempre orientados a satisfacer todo tipo de necesidades, por muy concretas que sean. Este recurso supone un valor añadido en relaciones de este calibre, pues todo lo que implique sumar, bienvenido sea.
10. El espejo
Sin ser físicamente complicada, esta práctica genera un apuntalamiento constante del deseo. Consiste en simultanear movimientos: una mano para masturbar y la otra para introducirla en la boca, ambas bajo el mismo ritmo y movimiento. La sincronización entre fluidos vaginales y saliva hacen el resto.
En definitiva, hay que tener claro que el disfrute de la sexualidad no constituye un ámbito exclusivo del sexo masculino y la relaciones heterosexuales. Como habrás podido comprobar, una relación lésbica se presta a multitud opciones conducentes a los mejores orgasmos entre chicas.